Los inquilinos de una habitación no tienen los mismos derechos que los arrendatarios que alquilan un inmueble completo, como un piso o un local.

Sus derechos no se rigen por la ley de arrendamientos urbanos sino por lo que se pacte en el contrato de arrendamiento o en el Código Civil.

El casero podrá desahuciarlos si incumplen lo firmado.