El juicio por alcoholemia

Si das positivo en un control de alcoholemia el fiscal te imputará un delito contra la seguridad vial, te llevará a juicio y, si te condenan, te retirarán el carne de conducir (pueden quitártelo hasta por 4 años), y podrán ponerte una multa, trabajos en beneficio de la comunidad o prisión.

Además, te quedarán antecedentes penales.

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El control de alcoholemia

En puntos estratégicos de las carreteras de España la Guardia Civil y la policía local colocan de forma aleatoria controles de alcoholemia y drogas.

Si nos encontramos con uno y nos paran, un agente se acercará a nosotros, nos pedirá la documentación y «dará la posibilidad» de hacer un control de alcohol y/o drogas.

Evidentemente podemos negarnos, y lo haremos si hemos bebido alcohol en las últimas horas, pero eso, solo agravará el problema.

Si decidimos soplar por el etilómetro, éste inmediatamente dará un resultado. Si da negativo, el agente nos dejará continuar la marcha, pero, si da positivo, nos hará soplar otra vez.

Si damos positivo, es decir, hemos superado el límite legal permitido que son 0,25 mg/l de aire espirado nos pondrá una multa.

Es decir, podemos dar 0,24 mg/l por aire espirado y no pasará nada, no habrá ni multa ni delito penal.

El límite para que sea un ilícito penal está en 0,60 mg/l en aire espirado aunque a partir de 0,40 mg/l los agentes pueden imputarte un delito de alcoholemia porque, a su juicio, estás bajo la influencia de bebidas alcoholicas.

Ese «a su juicio» se basa en la sintomatología que el agente anota en el atestado policial.

Síntomas como nariz roja, habla pastosa, ojos bidriosos, andar titubeante, etc… serán pruebas de cargo en tu contra en un juicio penal.

Es decir, que no hace falta superar los 0,60 mg/l en aire espirado, tal y como marca el artículo 379 del Código Penal para que te imputen un delito.

Evidentemente, si al soplar, en alguna de las dos pruebas das más de 0,60 mg/l al juez y al fiscal ya le sobra la prueba de la sintomatología porque no hay que probar que conduces bajo la influencia de bebidas alcoholicas.

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La prueba de contraste

Si una vez que has dado positivo en el etilómetro, no estás conforme con el resultado, los agentes DEBEN ofrecerte contrastar los resultados obtenidos por el etilómetro con un análisis de sangre.

Te llevarán (porque no te van a dejar conducir) a un centro médico donde te sacarán sangre para medir la cantidad de alcohol en tu organismo.

Si la prueba es positiva, es decir, que has superado el límite legal permitido, esa prueba tendrás que pagarla de tu bolsillo.

Si sale negativo, la prueba te sale gratis.

Huelga decir que si en el etilometro has dado positivo las posibilidades de que el análisis de sangre no diga lo mismo son remotas.

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El precio de un juicio rápido por alcoholemia

La ley no permite a ningún cuidadano que se presente a un juicio penal sin abogado que lo represente.

La razón es muy sencilla, en muchos casos está en juego entrar en prisión, y la libertad es algo muy valioso.

A las malas, si no tienes dinero para costearte un abogado, el juzgado te va a pedir un abogado de oficio.

No tienes la facultad de elegirlo, vendrá el que venga, te guste o no.

Además, que te asignen un abogado de oficio no significa que vaya a ser gratis, luego tendrás que demostrar con documentos que cumples los requisitos para que te lo concedan, si no los cumples, deberás pagarlo de tu bolsillo.

Por eso es recomendable que seas tu el que eligas a tu abogado, que sea un letrado experto en juicios por alcoholemia, que te de confianza.

No esperes al último día para contratarlo.

Los honorarios de un abogado especialista en alcoholemia pueden rondar entre los 400 € y los 800 € para tu defensa en el juicio rápido.

¿Merece la pena? Decídelo tú.

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La citación judicial

Cuando das positivo como consecuencia de un control de alcoholemia o por un accidente de tráfico, el juzgado te mandará una notificación a tu casa.

Esa citación significa que se va a celebrar un juicio penal contra ti.

Hay 4 formas de notificarte que estás investigado por un delito contra la seguridad vial.

  1. Que te manden un correo certificado y con acuse de recibo a tu casa con la citación.
  2. Que te manden un sms al móvil.
  3. Que te llamen por teléfono directamente del juzgado.
  4. Que el propio agente, en el control de alcoholemia o bien en la comisaría si te han detenido, te notifique el día y la hora del juicio rápido por alcoholemia.

El atestado policial

El atestado policial es el informe que realiza la policía o la guardia civil sobre lo que ha ocurrido.

En ese informe debe constar todo lo necesario para que el fiscal pueda formalmente acusarte de un delito contra la seguridad vial.

En el atestado constarán las pruebas que servirán para condenarte.

Habrá dos pruebas fundamentales contra ti:

  1. El resultado de los tickets de alcoholemia
  2. La sintomatología que los agentes hayan indicado (si tenías la cara enrojecida, el habla pastosa, andar titubeante…)

Ese atestado debe ser minuciosamente examinado por tu abogado por una razón, si existen fallos, puede que no te condenen y no pierdas el carnet.

En los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid los abogados no pueden tener acceso al atestado hasta el mismo día señalado para el juicio.

Ni siquiera se sabe el juzgado que te va a tocar hasta pocos minutos antes.

En la citación que tengas, tan solo aparece una letra, pondra «Juzgado B». Pero no existe ningún juzgado B, los juzgados se identifican por números. 

Esa mañana se hará un sorteo entre los juzgados de guardia que toque y se repartirar los expedientes entre ellos. Nadie puede saber qué juzgado le va a tocar.

No obstante en otros juzgados de fuera de la capital, como Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, Coslada, Móstoles, Getafe… los abogados pueden tener acceso al atestado días antes de la fecha de juicio.

Tasa de alcohol

La tasa del alcohol es el resultado de una medición que se te hace por aire o por sangre y que indica el porcentaje de alcohol que tiene tu organismo.

En la ley española existe, por ahora, un cierto grado de permisividad, es decir, no hay tolerancia cero con el alcohol al volante.

Hasta 0,25 mg/l en aire espirado, uno puede conducir tranquilamente sin miedo a que le multen o le imputen un delito penal.

Pero, qué pasa si doy una tasa que supera los 0,25 mg/l y no llega a los 0,60 mg/l?

Sencillo, habrá sanción (multa) o habrá delito penal.

¿Delito penal? ¿Pero el delito no es a partir de 0,60 mg/l?

Si, delito penal, la policía y la guardia civil, superando los 0,40 mg/l pueden imputar un delito contra la seguridad por estimar que existe «influencia del alcohol en la conducción».

Es decir, a partir de 0,60 mg/l no hay que demostrar nada, hay delito porque se da por hecho que las facultades del conductor con esa tasa están mermadas por el alcohol.

Pero con menos de 0,60 mg/l esa merma tendrá que demostrarse.

Ahora bien, si ese es el límite ¿con cuantas copas de vino/cerveza lo sobrepasamos?

Pues no se sabe, depende de la persona, de si ha comido o está en ayunas, de su complexión, de si es hombre o mujer, del tipo de alcohol, etc….

El delito penal se comete a partir de los 0,60 mg/l de alcohol en aire espirado. 

Los márgenes de error del etilómetro

Igual que los radares de velocidad, los etilómetros tienen unos márgenes de error.

Esos márgenes varían en función del etilómetro tiene menos de un año o es más antiguo.

Es decir, que es posible que superando los 0,60 mg/l un conductor no cometa delito, incluso dando 0,64 mg/l.

El accidente de tráfico

Si la prueba de alcoholemia se te realiza como consecuencia de un accidente de tráfico la cosa puede complicarse, y mucho.

En ese accidente puede resultar daños, heridos o fallecidos.

Si hay fallecidos, las posibilidades de acabar en prisión son muy elevadas por no decir otra cosa.

Si hay heridos, habrá que estar a los informes periciales para ver la importancia de las mismas.

Si hay daños, igualmente los informes determinarán el importe de los mismos que deberá abonar íntegramente el imputado.

En estos casos, donde el juzgado tiene dudas de lo que realmente ha pasado, se incoan diligencias previas, es decir, no habrá juicio rápido salvo que, una vez aclarado todo, el letrado por conveniencia de su cliente lo solicite para poder acogerse a la conformidad y que su pena se vea reducida en un tercio.

El juicio rápido de alcoholemia

El juicio rápido de alcoholemia se celebra siempre en presencia de tu abogado.

Puede que no sea el mismo día, es decir, primero te avisan para declarar y, cuando el juzgado se encuentre de guardia, avisará por medio de tu letrado para que se celebre el juicio.

El investigado, normalmente no se entera de lo que ha pasado, por eso es conveniente que su abogado, le explique ANTES lo que va a pasar.

Si va a conformarse es preciso que lleve, además de su DNI el permiso de circulación que le retirarán en ese mism instante.

Ya no podrá conducir al salir del juzgado.

La negativa a realizar la prueba de alcoholemia

Negarse a realizar la prueba de alcoholemia es una opción si, pero muy mala, le explicaré por qué.

Cuando en un control le paran y el agente le dice que sople y usted no lo quiere hacer porque ha bebido esto es lo que va a pasar:

Le van a imputar un delito con más pena, cuando no dos delitos o más, me explicto.

  1. El delito por superar la tasa tiene una pena de hasta 6 meses de prisión, multa, trabajos en beneficio de la comunidad y retirada del permiso de 1 a 4 años.
  2. El delito por negarse, retirada del permiso de 1 a 4 años y hasta 12 meses de prisión.

Si sumamos los dos, el fiscar puede pedir que le retiren el carne por 8 años, más prisión, multa o trabajos en beneficio de la comunidad.

Eso, siempre y cuando no le imputen, además, atentado contra la autoridad porque usted se haya «sobrepasado» por ejemplo, insultando a los agentes o «entorpeciendo» su actividad.

Es decir, que si usted se ha bebido «hasta el agua de los floreros», si le paran, es mejor que sople, aunque «reviente» el etilómetro, las consecuencias penales serán menores.

La conformidad

El día y la fecha indicada en la citación deberás presentarte en el juzgado de guardia con tu abogado.

Debes llevar el DNI y tu permiso de circulación.

Tu letrado entrará en el juzgado para reunirse con el Fiscal.

Antedes de reunirse con el fiscal, tu abogado sabrá de antemano (pues ya obra en su poder el atestado policial) las posibilidades de defensa que tienes y, si te conviene negociar una reducción de condena.

La conformidad en un proceso penal significa que si reconoces los hechos, es decir, que conducías con la tasa de alcohol que indica el atestado, se te «premiará» con la reducción de 1/3 de la condena.

Es decir, que si te condenan a una retirada de un año de permiso, con la rebaja, se te queda en 8 meses.

El juicio penal

El juicio penal por alcoholemia se celebra en un Juzgado Penal, no en un juzgado de instrucción.

Atrás hemos dejado el juicio rápido por alcoholemia donde, por su puesto, no hemos aceptado una conformidad, es decir, no reconocemos los hechos por los que no acusa el fiscal y vamos a defender nuestra inocencia haciéndole ver al juez que tiene que dictar una sentencia absolutoria con todos los pronunciamientos favorables.

Previamente el Fiscal ha presentado su escrito de acusación y nuestro abogado defensor el escrito de defensa pertinente.

En este juicio es un todo o nada, pues aquí ya no hay rebaja de condena.

No será la última oportunidad que tengamos de defender nuestra inocencia, aún nos quedarán los recursos, empezando por el recurso de apelación ante la Audiencia Provincial correspondiente en el caso de que en el juicio penal seamos condenados.

La reincidencia en el delito de alcoholemia

Cuando estamos siendo investigados por un delito contra la seguridad vial, lo primero que hace el juzgado es pedir los antecedentes penales para ver nuestro «historial delictivo».

Pueden pasar dos cosas:

  1. Que no salga nada, es decir, no hay antecedentes penales porque nunca cometimos un delito o porque están cancelados.
  2. Que salgan nuestros antecedentes penales porque nunca los cancelamos. Dentro de esta opción, también pueden pasar otras dos cosas.
    1. Que los antecedentes penales NO tengan que ver con el mismo presunto delito por el que estamos siendo investigados (imputados), es decir, tenemos antecedentes por violencia de género, por estafa, por robo, pero no por delitos contra la seguridad vial.
    2. Que los antecedentes penales sean los mismos que por el presunto delito que nos concierne, es decir, hemos sido condenados ya por otro delito de alcoholemia, si es así, se abren otras 2 opciones:
      1. Que los antecedentes sean computables, es decir, no estan cancelados, lo que nos agravará la pena.
      2. Que nuestras anteriores alcoholemias ya estén canceladas y por tanto, no nos perjudiquen en este proceso.

Basta decir, que un juez y un fiscal no «miran con los mismos ojos» a un conductor que comete su primer delito, que a otro que (aunque esten cancelados) tiene varias condenas por delitos de alcoholemia en el pasado. No es lo mismo.

Los antecedentes penales

Toda condena penal lleva consigo un «problemilla» que no es otro que nos van a quedar antecedentes penales.

Digamos que, ya estamos «fichados» por la administración de justicia.

No obstante, como casi todo en esta vida tiene remedio, se puede solucionar, solo que… nadie se acuerda de solucionarlo.

Es decir, los antecedentes penales pueden ser cancelados y eso es así, solo por el transcurso del tiempo sin cometer otro delito y mediante la ayuda de un abogado.

Lo que se consigue es que si alguna vez tenemos un problema penal, cuando en el juzgado le den al botón para salgan nuestro historial «delictivo», no salga nada.